Tocando la púerta

Señor Larraín:
En una época fui parte de su tripulación. Me encantaba leer sobre estrategias y tácticas, más aún cuando éstas se en marcaban en las trifulcas marinas, soñando en que algún día saldría de los remos y podría estar sobre la cubierta, admirando el ancho y amplio mar que seavecina.
Cuando nos llegaban sus misivas, era como si el capitán me hubiera pedido a mí ayuda. Nadie más se estaba interponiendo entre lo que yo quería decir y las necesidades perentorias de una organización quedebía batirse en batalla con sus adversarios, ya que se avisó que debían desplegarse velas e internarse en el océano.
Siendo así,comencé a escribir, con la idea de estarme dirigiendo a usted, y contándole que sendas embarcaciones se estaban construyendo, parana vegar por los nuevos oleajes que se están configurando en el mar dela Web.
Mi intención de participar sobrepasó todos los límites, ya que siempre he pensado que mis actos son antecedidos por la Buena Fe. Dado que mi origen no es rebosante de sendos recursos monetarios, mi arrojo es más portentoso que la vanidad y codicia, por ello no escatimé ninguna consecuencia cuando comenzó en mi cabeza a sonar santandersa.
Hoy, todo lo medianamente construido por mí está destruido. Lo que antes me detuvo para hacerle los comentarios que hoy observa, ya no existe.
Estoy dispuesto a sufrir las consecuencias de mis atrevimientos y faltas a la disciplina; sin embargo, yo quería contarle a usted de ésta ocurrencia, la cual no sé si sirve o no.
Señor Larraín, ya es bien sabido que Chile camina hacia otra instancia en el orden regional. Al parecer, estamos predestinados a imponernos por sobre nuestros vecinos dado que tenemos el poder, los recursos y las alianzas. Entonces, si lo llevamos al plano industrial estáocurriendo lo mismo, salvo unos cambios más complejos: Los campos debatalla ya están listos y, sin lugar a dudas, se deben estar para siempre, el mapa del mercado. Yo vi esa necesidad y la plasmé en lo que a continuación podrá observar.
Mi idea siempre fue aportar para que mi embarcación nunca me solicitara abandonarla. Tuve la esperanza, hasta el último minuto, que no me harían caminar por la plancha, pero las instancias que hoy vivo, en medio del océano y sin embarcación, ya no dan para que yo me guarde esto y se pierda en lo profundo.
Todo esto lo hago como una opción personal de vida, y me aferro a mi Buena Fe para entregarle toda la ocurrencia, la cual me encantó generarla ya que siempre fue para mi ex empleador, del cual estoy agradecido por haberme acogido e infundido la energía y la valentía para hacerlo.

Sin más que acotar y esperando no repetir más ésta acción, me despido,luego de 365 días, de zozobra.
Atte.HSQO"